Lucas Ocampos aparecía por el Sánchez-Pizjuán unos minutos antes del inicio del encuentro que medía al Sevilla con el Borussia Dortmund. Al contrario de las últimas veces que ha ido a ver y apoyar a sus compañeros, el argentino lo hacía sobre su propio pie, ya sin muletas, y sin gestos extraños hacia ese tobillo izquierdo en el que sufrió un esguince de grado II tras una fuerte entrada del defensa del Getafe Djené. Su lesión se produjo el pasado 6 de febrero. Menos de dos semanas después, su evolución parece ser favorable. Y ya tiene entre ceja y ceja el regresar para los importantes compromisos del Sevilla en el mes de marzo. El propio tobillo del jugador marcará cuándo puede reaparecer.
Lo que sí ha olvidado ya Ocampos es el susto que sufrió aquella noche en Nervión, cuando gritaba llorando cerca de su entrenador que le habían roto la pierna. Sus sensaciones eran las peores tras la entrada de Djené, quien vio la roja. Después se armó un espectáculo en la banda donde fueron también expulsados los dos entrenadores. Con todo esto, Ocampos quiso cerrar este episodio de una vez por todas. ¿Perdonaste a Djené de la patada? "Sí, sin duda. Son cosas del futbol", manifestaba el jugador a las cámaras de Deportes Cuatro cuando se marchaba del Sánchez-Pizjuán.
Incluso desveló que el defensa del equipo azulón le había llamado para interesarse por su estado físico. ¿Pudiste hablar con él? "Sí, está todo claro, son cosas del fútbol, cosas que pasan", sentenció. Ocampos cierra este episodio, por el que el propio Djené ha estado fuera del conjunto entrenado por José Bordalás dos partidos. Regresará mañana, precisamente a la capital andaluza, para medirse al Betis. Por su parte, Ocampos ve más cerca su vuelta con el equipo, aunque aún le queda. Era un mínimo de cuatro semenas. Pero él está dispuesto a regresar ya.