Tiene el mismo futuro en el fútbol que Piotr Trochowski. Desde que el martes saltaron las alarmas con la lesión de Bono, tenía claro que nuestras opciones de pasar se despeñaban de manera irremediable. Creo que todas las "paradas" que hizo ayer podría haberlas firmado cualquier portero de level 6 (Primera Andaluza Senior).
En las primeras jugadas del partido, nuestros defensas preferían arriesgar en los pases antes que cederle el balón (todo lo contrario de lo que pasa con Bono). En la falta que sacó en el minuto 119, apenas superó el medio campo. Cada vez que un balón cruza de palo a palo, la secuencia de movimiento de sus piernas es algo insufrible de ver, como si fuera un muñequito con las articulaciones en mal estado. Sus compañeros tenían claro que no podían conceder ni un disparo, porque no confiaban en lo que tenían detrás. Me recordó a debut de Julián Cuesta, cuando Medel, Navarro, Fazio y compañía se afanaban por tapar cualquier tiro del rival, por lejano que resultara.
Mi esperanza era que su último partido hubiera sido el de Huesca. Ganamos y dejó la portería a cero (no le tiraron, claro). No necesitábamos verle más hasta que se despidiera en junio con un vídeo en la web junto a la UEL que conquistamos gracias a su lesión. Pero no, justo en el PARTIDO de la temporada (que debía ser la antesala de otro más gordo), lo tenemos como titular. Ya es mala suerte, joder. No sé cuándo podrá volver Bono, pero prefiero que jueguen el Raudona que tenemos por tercer portero o Alfonso, antes que el checo. Parece buen tipo, seguramente será un extraordinario padre de familia y un gran compañero, e hizo una buena primera vuelta en la temporada 18/19 (la referencia era Sergio Rico, eso sí). Pero eso, para mí, no es suficiente para esconder la cruda realidad de su decepcionante rendimiento en el club.