Pues no sé si darme por aludido, porque yo no soy ni de izquierdas ni de derechas, pero por si te vale mi opinión desde el centro aquí la tienes. A mí más que dolerme, la sufro cuando veo que las cosas se hacen mal (como la gestión de la crisis de 2011, a costa de los más pobres) y la disfruto cuando se hacen cosas bien (como ser pioneros en el matrimonio igualitario).
Para mí es como un familiar cercano pero no tanto, de esos que te sientes orgullosos si hace las cosas bien, que intentas ayudar si ves que se empieza a torcer, pero que mandas a la venta del nabo si empieza a dar por culo.
Y si nos ceñimos a España como espacio geográfico con sus gentes y su cultura, no me parece que haya lugar mejor para vivir. Por mucho que tenga cosas que me horripilen.