Siempre que veo un delantero gordito me acuerdo una vez que me pusieron a marcar a un nota de estos, yo estaba como un toro y estaba confiado, en la primera que tuvo, recibió, piso el balón, metió culo, sacó el balón a un lado y la metió por el palo largo.
Nunca más he vuelto a fiarme de un gordo.