Haro salva al CB Sevilla, que estaba "en la UVI", gracias a una "tonta"
22/07/2016 · Lucas Haurie
Reproducimos el texto publicado por el autor de este blog en la edición andaluza del diario La Razón.
Ese aforismo marxiano que enseña que la Historia se repite, primero como tragedia y después como farsa, está de moda en la España de hoy, ésta del bucle electoral inacabable. El Club Baloncesto Sevilla, el «Caja» para el siglo, lo ha confirmado con su peripecia estival de 2015 y 2016: paseo al borde del abismo y salvación in extremis con Juan Espadas, alcalde, en el papel de paladín providencial que los dramas del Siglo de Oro reservaban al Rey. Por explicarlo en su lenguaje poco matizado, consecuencia de un pensamiento de trazo grueso, «Sevilla seguirá teniendo baloncesto de élite». Bueno, vale, aplausos y caso omiso de la sabia recomendación del Señor Lobo (Harvey Kittel) en una de las escenas cumbre de «Pulp Fiction».
El instrumento divino, en este caso, ha sido el Real Betis, que se terminará (eso parece) haciendo con la propiedad de un club que hoy pertenece a Ángel Haro, accionista minoritario pero muy relevante de Energía Plus, compradora de las acciones de CaixaBank, «sin vocación de permanencia». Heterodoxo movimiento, a fe, pero necesario para burlar la Ley del Deporte. Pero, dijo Haro, es que «era esto o la desaparición», que viene a ser una actualización de aquel legendario «estábamos en la UVI», porque al Betis, que él preside colgado por la brocha de varios juzgados y con un porcentaje ínfimo de acciones, «se le solicitó ayuda y no podía mirar para otro lado».
¿Se deduce así que es fácil ser generoso con la billetera de otro? Nada de eso, y aquí aparece la segunda reminiscencia «loperiana», porque Ángel Haro y su (poco) elocuente socio, que pasaba por allí e incluso habló, gestionan una empresa heredera en el espíritu de aquella Tegasa, alias «la tonta», que se publicita cuando no tiene necesidad de vender, patrocina a fondo perdido y, tachán, entregará gratis a los aficionados del Betis (¿o eran criaturitas?) las acciones que hoy son suyas. ¡Viva el Caja libre! Y tal.